jueves, 17 de julio de 2014

Un hallazgo genético obliga a replantear la teoría sobre el origen del Homo sapiens

Parece un artículo científico, pero en realidad es una carga de dinamita estratégicamente colocada en los cimientos en los que se sustenta la teoría del origen del "Homo sapiens", nuestra especie. En apenas dos páginas de lucidez, publicadas hoy en la prestigiosa revista científica "Science", tres reputados biólogos rebaten la teoría del Out of Africa: esta teoría, hoy aceptada por la mayoría de expertos en evolución humana, postula que los "Homo sapiens" descendemos de una pequeña población que vivió en África hace no más de 200.000 años.

"Nuestros resultados sugieren que nuesto ancestro común más reciente vivió antes de lo que pensábamos", ha declarado Adam Eyre-Walker, biólogo de la Universidad de Sussex (Reino Unido) y coautor de la investigación, a "La Vanguardia". "Creemos que la hipótesis Out-of-Africa tendrá que ser reconsiderada". Junto a Eyre-Walker, han realizado la investigación John Maynard Smith -uno de los más eminentes biólogos evolutivos vivos- y Philip Awadalla.

La teoría Out-of-Africa se basa en gran parte en el análisis genético de las mitocondrias, unos pequeños motores biológicos presentes en todas las células humanas. Según han creído los biólogos hasta ahora, cuando se concibe un embrión, las mitocondrias se heredan exclusivamente de la madre.

Por este motivo, el ADN de las mitocondrias apenas debería variar de una generación a la siguiente: este ADN evoluciona por alteraciones genéticas fortuitas, que son infrecuentes, y por lo tanto evoluciona lentamente.

Por el contrario, en el núcleo de las células, el ADN del espermatozoide se mezcla con el del óvulo. Los científicos dicen que el ADN se recombina. Resultado: la evolución genética del núcleo es más rápida.

La estabilidad del ADN de las mitocondrias se ha utilizado para rastrear la historia de la especie humana gracias a unos métodos de investigación desarrollados por el genetista italiano Luigi Cavalli-Sforza, que ganó el premi Internacional Catalunya en 1993. Esto ha permitido deducir que todas las poblaciones humanas actuales descienden de unos antepasados comunes que vivieron en África hace menos de 200.000 años.

Pero la nueva investigación demuestra que el ADN de las mitocondrias también se recombina tanto en personas como en chimpancés. Cómo lo hace no está claro. Según ha informado Eyre-Smith, caben dos posibilidades: o el ADN mitocondrial del espermatozoide no se destruya completamente en el momento de la concepción, o bien una parte del ADN mitocondrial se incorpora al núcleo y después se vuelve a recombinar con el de las mitocondrias.

Lo que sí está claro, según Eyre-Smith, es que "muchas inferencias que se habían hecho sobre el patrón y el ritmo de la evolución humana se van a tener que replantear".


Josep Corbella

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